Anoche tuve un sueño

Los aviones pequeños invitan a la conversación. Aunque sólo sea para comentar lo apretujado que uno va, la broma siempre surge fácil cuando la persona que viaja junto a ti parece que lo hace contigo. Ella iba dormida. Yo, despierta, no pude evitar clavar la mirada en la revista que descansaba sobre sus piernas: "Anoche tuve un sueño- La revista de los optimistas comprometidos".

¿Y esto? En la portada, Elsa Punset. En los titulares, una entrevista a Ela Gandhi, la nieta del Mahata; Guantánamo por dentro, y un especial reciclaje que me hizo pensar con ilusión otra vez en natui, ese lugar en la 2.0 que está a punto de nacer.

- ¿Desea algo para beber? Dijo una azafata que tardó poco-muy-poco en llegar a nuestro asiento.
- Un zumo, por favor. Y así salió ella de su aparente letargo.
- Agua con gas, dije yo.

Algunas situaciones te hacen superar la vergüenza. Sí. Cuando se enciende esa luz roja dentro de ti, ya no hay nada que hacer: has sucumbido a la curiosidad, y lo único que puedes hacer es seguir adelante y disfrutar de la investigación: 


- Perdona, ¿puedo preguntarte dónde has comprado esa revista? 
- Sí claro, dijo ella. Estaba en la sala de espera de Iberia, en la T4. 
- ¿...Te importaría si le echo un vistazo?
- ¡Claro que no! Toma, quedátela, yo ya la he leído. Por cierto, la verdad es que está muy bien. 

Y así fue como mi gozo quedó en un spa, que no un pozo. Porque "Anoche tuve un sueño" fue otra señal más del conjunto de voces -cada vez más altas- que han decidido subirse al tren de lo inesperado para fabricar un futuro mejor: desde el optimismo, desde la pasión, desde la responsabilidad del que sabe que sí, que si uno quiere, claro que es el momento: 

"Los nuevos comunicadores traen nuevos valores. Más auténticos, naturales y amantes del rigor científico, están haciendo llegar un nuevo mensaje a las mayorías. Hablan de felicidad, apertura, espiritualidad… Ya sabemos que el pesimismo ha tenido un halo de intelectualidad a lo largo del S. XX, pero esa prevalencia se ha roto. Los nuevos comunicadores abren ventanas a nuevos modos de vida, dentro de uno mismo", contaba una Elsa Punset muy fotogénica.

Sí, corren buenos tiempos para la gente con sueños... que vive muy despierta.