Manolo Martínez- Brazo de acero, alma de artista... y actor revelación

"Feliz tú, que después de un gran esfuerzo, tienes el recuerdo de los elogios más bellos. Entre cuarenta aurigas que han sucumbido en la arena, tú, animosamente, has sabido conducir tu carro intacto..." Píndaro, 5- 44-51

Manuel Martínez en 90 segundos- La historia de un brazo de acero, un alma de artista... y un nuevo actor revelación. 

El pasado martes, el Centro de Estudios de la Ciudad de la Luz de Alicante acogió el pre-estreno de "Estigmas", una película dirigida por Adán Aliaga y protagonizada por Marieta Orozco y Manuel Martínez, el olímpico.

Si la vida de Manolo fuera un relato bíblico y tuviera que escoger a dos figuras, Manolo probablemente sería David y Goliat al mismo tiempo. Envuelto en pantalón negro y camisa en llamas (estampadas, las llamas ardían fuego en su camisa, pero no eran de verdad), su presencia dejó entrever que la bravura física de Manuel Martínez es directamente proporcional a la humanidad que desprende el carisma de este atleta, recién nacido al séptimo arte.

La web de Manolo cuenta que su comienzo en la modalidad de lanzamientos fue más bien tardío. Un día, paseando por delante del colegio de huérfanos ferroviarios de León, Manolo vió a gente practicando el lanzamiento de peso, y se quedó mirando un buen-buen rato, hasta que su actual entrenador le invitó a probar... y probando-probando, este deporte atlético se convirtió en su profesión.

Dicen que la carrera de lanzador es larga, ardua, paciente y pausada, casi tanto como la mirada profunda de este hombre, que acapara el protagonismo de "Estigmas", una adaptación del cómic de Lorenzo Mattoti y Claudio Piersanti, ilustrador y guionista de una historia triste, a ratos oscura, a ratos enigmática, con una dirección artística vanguardista y un hilo narrativo complejo: "El dominio de la técnica, cuenta Manolo hablando de su carrera deportiva, lleva 6 años de entrenamientos diarios, y hacen falta por lo menos 10 años para llegar a desarrollar la fuerza necesaria para competir con garantías a nivel internacional". Y uno no puede dejar de preguntarse: "¿Qué reto será mayor: lanzar una bola de acero de 7,260 kg lo más lejos y no a tu lado, o dejar que una cámara te traspase el alma y convierta tu mirada en la de un hombre sólo, apuñalado por la vida,  fugazmente bendecido por el amor y arrebatado de toda felicidad?"

¿Desvarío? Siguiendo la pista poética de una de las facetas desconocidas de este gran deportista, la película "Estigmas" bien podría haber supuesto un desvarío en la vida de este leonés de camisa fogosa y mirada transparente. El director Aliaga cuenta que buscaban a alguien parecido a la ilustración del cómic, y que al lanzar un envite a Manolo, el olímpico se atrevió al reto.  De momento, su paso por la 54 Edición de Seminci les ha dejado el premio al mejor nuevo director para Aliaga, y a Manolo, -Bruno en el largometraje-  una importante secuencia de nuevas ofertas,  desvaríos de sorpresa y agradecimiento:

" Desvarío" 

Desconciertas el radar de mi buque 
Carambola a tres bandas con retruque 
Transilvania es tu boca 
                     Desvarío".


...Y como Gabino Diego nos enseño a hacer entrevistas de no más de 90 segundos, aquí van las respuestas de Manuel Martinez, Bruno, Super-Manolo; un regalo de martes-noche, dedicado a Cristina, por hacerlo posible.


Manolo Martinez en 90 segundos.

-Una palabra: Amor. 
-Una ciudad: Mar de plata. 
-Un color: El rojo. 
-Un sueño: Ser feliz.
-Una canción: "El espíritu del vino". 
-Una película: June. 
-Un olor: El de mi mujer. 
-Un sabor: Dulce. 
-Un libro: El Principito. 
-Otra palabra: Verdad. 

Cuando Manolo subió al estrado a presentar la película junto al resto del equipo, el micro que abrazaban sus manos nos contó que todo este mundo del cine le tenía un poco desbordado, pero que, como estaba acostumbrado a sentirse desbordado... pues no le preocupaba mucho.

Cuando terminaron mis 90 segundos, abrazada a mis papeles le pregunté a Manolo si no le daba un poco de vértigo el mundo del cine, tan distinto del mundo del deporte. "Claro que tengo miedo; tengo miedo a ser creíble, y tengo miedo a no estar a la altura".Y al decirlo, su sonrisa sonó tan amplía, serena y sincera como el espacio que Manolo ocupa en la foto. Fueron 90 segundos muy auténticos. 

Got it? 
Web oficial de Manolo Martínez
El cómic  
Seminci, Semana Internacional del Cine de Valladolid