Se acaba esta Slow-Week, y lo hace con un homenaje al maravilloso mundo de la moda.Y claro, la pregunta es obligada: ¿puede la Fashion ser slow? ¿Puede un mundo que se nutre de colecciones, precolecciones, colecciones crucero y ediciones limitadas vivir más despacio? Algunos piensan que sí. Que hay una manera moderada-creativa de disfrutar de la moda.
En Coolnalism apostamos por ellos, por ese "no es lo que tengo, es lo que soy" que nos regaló la entrevista a la Coolhunter Claudine Ben-Zenou. ¡Enoooorme reto! Pero muy divertido. El texto, traducido libremente del inglés, dice así:
"Todas las desgracias tienen su cara mala y su cara buena, y el actual clima económico no es una excepción. Porque gracias a esta crisis estamos re-pensando muchos conceptos que habíamos dado por supuestos. Hasta hace muy poco, nuestro altísimo nivel de consumo nos parecía la cosa más normal del mundo. Y aunque es cierto que precisamente ese consumismo era una de las patas que sostenía la economía occidental, la aparición de determinados movimientos a favor de la desaceleración apuntan hacia un cambio en nuestra imparable ansía por gastar.
El mundo de la moda es probablemente el que mejor refleja ese exceso de consumismo. Porque muchas veces no compramos en base a la calidad y la utilidad de las prendas que adquirimos, sino por una búsqueda de estatus social, por la posición que la compra de una determinada prenda puede darnos.
Ser más consciente de nuestra forma de comprar es fácil. Sólo tenemos que hacer un esfuerzo para intentar poner en práctica dos consejos que nunca fallan: 1) No compres compulsivamente. 2) Elimina de tu shopping-list aquellas prendas que resulten innecesarias. La clave pasa por ser un poco más selectivos con nuestro armario: sacarle el máximo partido a cada una de las prendas que habitan en él es un ritual mucho más fácil y divertido que llenarlo.
Los recursos de la Tierra no son ilimitados. Por eso, un consumo sensible es vital para asegurar la continuidad de nuestro planeta. Tenemos que cambiar nuestra mentalidad, y empezar a concienciarnos de este hecho: consumir más no significa necesariamente tener una vida mejor".
¿Has probado a hacer un mercadillo -con causa o sin ella- con toda esa ropa que hace siglos que no te pones? Yo no lo había hecho nunca. Pero después de leerlo en más de una revista, y aprovechando mi última mudanza, decidí probar. Monté una merienda en casa, invitando a mis amigas a que compraran todo lo que quisieran. Prendas a 20, 10 y 5 euros. Los beneficios (140 euros) fueron para Haiti. Aparte de las risas que nos echamos prueba-que-te-prueba, tiene gracia que ahora mis amigas me llaman por teléfono para decirme: ¡ey, que hoy llevo look-Haiti!
En Coolnalism apostamos por ellos, por ese "no es lo que tengo, es lo que soy" que nos regaló la entrevista a la Coolhunter Claudine Ben-Zenou. ¡Enoooorme reto! Pero muy divertido. El texto, traducido libremente del inglés, dice así:
"Todas las desgracias tienen su cara mala y su cara buena, y el actual clima económico no es una excepción. Porque gracias a esta crisis estamos re-pensando muchos conceptos que habíamos dado por supuestos. Hasta hace muy poco, nuestro altísimo nivel de consumo nos parecía la cosa más normal del mundo. Y aunque es cierto que precisamente ese consumismo era una de las patas que sostenía la economía occidental, la aparición de determinados movimientos a favor de la desaceleración apuntan hacia un cambio en nuestra imparable ansía por gastar.
El mundo de la moda es probablemente el que mejor refleja ese exceso de consumismo. Porque muchas veces no compramos en base a la calidad y la utilidad de las prendas que adquirimos, sino por una búsqueda de estatus social, por la posición que la compra de una determinada prenda puede darnos.
Ser más consciente de nuestra forma de comprar es fácil. Sólo tenemos que hacer un esfuerzo para intentar poner en práctica dos consejos que nunca fallan: 1) No compres compulsivamente. 2) Elimina de tu shopping-list aquellas prendas que resulten innecesarias. La clave pasa por ser un poco más selectivos con nuestro armario: sacarle el máximo partido a cada una de las prendas que habitan en él es un ritual mucho más fácil y divertido que llenarlo.
Los recursos de la Tierra no son ilimitados. Por eso, un consumo sensible es vital para asegurar la continuidad de nuestro planeta. Tenemos que cambiar nuestra mentalidad, y empezar a concienciarnos de este hecho: consumir más no significa necesariamente tener una vida mejor".
¿Has probado a hacer un mercadillo -con causa o sin ella- con toda esa ropa que hace siglos que no te pones? Yo no lo había hecho nunca. Pero después de leerlo en más de una revista, y aprovechando mi última mudanza, decidí probar. Monté una merienda en casa, invitando a mis amigas a que compraran todo lo que quisieran. Prendas a 20, 10 y 5 euros. Los beneficios (140 euros) fueron para Haiti. Aparte de las risas que nos echamos prueba-que-te-prueba, tiene gracia que ahora mis amigas me llaman por teléfono para decirme: ¡ey, que hoy llevo look-Haiti!
Fue guay. Es guay hacer feliz a alguien. Es guay aprender a desaprender esa necesidad de consumir que llevamos tan pegada al cuerpo. Vivir con menos, apostar por ser más. Palabrita de fashionista.
Espero que hayas disfrutado de esta semana-slow, ¡ y que tengas un buen finde!
Espero que hayas disfrutado de esta semana-slow, ¡ y que tengas un buen finde!
♥ Love it?
Slow Fashion, via Allure-Allure y El Fashionista
*Foto: Legranphoto. Sip. ¡Es una suerte tener amigas fotógrafas!
Slow Fashion, via Allure-Allure y El Fashionista
*Foto: Legranphoto. Sip. ¡Es una suerte tener amigas fotógrafas!
Me ha encantado la semana slow!!!
ResponderEliminarQué bonitas quedan las fotos con tus palabras...
Qué suerte tener una amiga como tú!
Muy buena entrevista, es cierto que cada momento por muy crítico que sea tiene oportunidades positivas. La desaceleración del consumo la considero fundamenteal para empezar a ganar calidad de vida. Pero la gente tiene que ir mentalizandose, todavía no está bien visto lo de: "Martínez le voy a subir el sueldo" y ante la respuesta de "¿Y si me lo deja como está y vengo una hora menos cada día?" sólo hay miradas de incomprensión.
ResponderEliminar¡Gracias Gran! Ha sido muy divertido hacerlo...
ResponderEliminarMe encanta esta foto... y la suerte es mía, you know that!!
Hola Tom, qué gusto tú por aquí, muchas gracias por el comentario.
ResponderEliminarEstoy contigo, a lo mejor por eso ahora hay tantos profesionales que han decidido seguir su camino por libre...
Yo veo a tanta gente intentado hacer cosas, que pienso que 1+1+1+1+1 quizás llegué un momento en que la masa se quiebre y salga un gran pastel! ¿no? ;)
que bien belen. estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. es la misma línea hacia donde pienso que va la moda.
ResponderEliminary qué buena idea lo de haití! es que eres más mona! ;)
jajaja Nancy. Si te animas y haces uno llámame sin falta que tu armario debe ser fascinante!! ;)
ResponderEliminarMe alegra ver que tú, tan dentro del cotarro moda, también lo veas así, vamos que nos vamos! un beso fuerte.
me ha encantado la entrada, tener más no es ser más, ¡gracias por recordarlo Belén!
ResponderEliminarBelén! viste el post que publicamos hace unas semanas sobre el Slow Live Desing?
ResponderEliminarhttp://trendslabbcn.blogspot.com/2010/02/new-concept-slow-life-concept.html
Roser, qué increíble (y que chulo) descubrir coincidencias en la misma linea, ¡es genial! De hecho están llegando cosas tan interesantes que estoy pensando en hacer una Slow-Week 2! ;) ... Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarEl consumo es como los kilos en el cuerpo, más no es mejor, suficiente es mejor.
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