martes, 19 de abril de 2011

Bárbara, la chica que vivió un mes con 6 prendas


La chica rubia de melena larga y mirada despierta levantó la mano desde el fondo del aula y dijo: "¿Es mi armario sostenible?"

Sostenible: (rae):Dicho de un proceso: Que puede mantenerse por sí mismo, como lo hace, p. ej., un desarrollo económico sin ayuda exterior ni merma de los recursos existentes.

La pregunta en realidad era una respuesta. Cada semana, al comienzo de Eco-moda repasábamos conceptos claves de la sesión anterior, reflexiones de un aprendizaje que quería pegarse como el chicle a la infancia: experimentando.  "Six Items or less" fue más que un experimento. Vivir un mes con seis prendas fue un kit-kat que congeló nuestro aspecto exterior, permitiéndonos bucear por la relación imagen-personalidad, consumo-necesidad y la capacidad creativa de cada una de nosotras.

Al final, fuimos cinco en total. Estoy convencida de que las motivaciones y conclusiones han sido diferentes, y eso es lo bonito: Gracias Bárbara, por compartir la tuya.

HISTORIA DE BÁRBARA, LA CHICA QUE DECIDIÓ VIVIR UN MES VISTIENDO (SÓLO) SEIS PRENDAS 


"Tras pasar un mes entero, desde el 1 de marzo al 1 de abril, vistiéndome con 6 únicas prendas, me he dado cuenta de la cantidad de ropa que tengo en mi armario, de la que me había olvidado, que incluso no había estrenado y alguna innecesaria, que no sé en que estaba pensando el día que me la compré.

La verdad es que las prendas que escogí me lo pusieron muy fácil e hicieron de este experimento una experiencia más llevadera.

Fueron:

1. Unos leggings negros con partes de cuero negro
2. Una falda alta de cuero negro
3. Una camiseta de manga larga blanca
4. Una camiseta blanca con agujeritos de manga corta
5. Una camiseta negra de manga corta con tachuelas en los hombros
6. Una camiseta negra de manga corta.

La primera semana todo parecía muy fácil. Pero cuando llegó el comienzo de la segunda semana, mis amigas con las que había empezado el experimento, -mi apoyo-, decidieron dejarlo porque no podían más. Eso supuso para mí un bajón, porque iba a ser la única que seguiría haciéndolo junto con 3 compañeras más de clase y la profesora: Ya no parecía tan fácil. (...)

En la tercera semana ya estaba aburrida de mi ropa;  quería rendirme, vestirme con colores, estampados, pantalones, vestidos etc. Entonces pensé: "Bárbara no te rindas ahora, llevas 3 semanas haciéndolo estupendamente, ahora que te queda solamente una, no tires la toalla".  El saber que sólo me quedaba una semana más y que había superado las 3 anteriores fue lo que me dio fuerza para seguir. (...) Cuando llego el 1 de abril, mi vestimenta, fue una camiseta de leopardo, unos pantalones vaqueros, un blazer color hueso, un tocado de flores en la cabeza, mocasines color vino, me sentía libre, podía volver a ser yo. (...)

Admito, que toda la ropa que tengo en mi armario es innecesaria, que con la mitad de lo que tengo podría subsistir perfectamente. Pero soy una persona a la que le encanta comprar, tener cosas nuevas, expresar mi persona y mi estado de ánimo a través de lo que me pongo cada mañana. He conseguido sobrevivir un mes así, pero no podría hacerlo para toda la vida.

Respecto al efecto que ha hecho el uso de las prendas en ellas, me he dado cuenta que desde el primer día que las estrenas hasta que la lavas unas cuantas veces notas un deterioro, pero llega un momento, en el que no se deterioran más.




Al mismo tiempo he observado que al tener menos prendas el gasto en agua, jabón y suavizante aumentó notoriamente, necesitaba poner una lavadora para 3 prendas cada 2 días. Con esto quiero decir que ahorraré en ropa, pero mi gasto en agua electricidad, jabón y suavizante aumenta".

"True places are not found on maps". Herman Melville.

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