... Y ahora son sus colores, rojos como los de una selección que ayer nos hizo soñar de nuevo (y a mí ganar una porra, je: porque hoy escribo este post desde Milán, donde me he ganado un capucchino por mi buen ojo marcador).
HISTORIA DE UN CINEASTA, UNA ACTRIZ Y UN CANTANTE, o DE CÓMO LA PUBLICIDAD UN BUEN DÍA SE ACOSTÓ SINERGÉTICA.
Érase una vez un director de cine en el mundial de Sudáfrica. Se llamaba Alejandro de nombre, González Iñárritu de apellido, y era un mejicano que un buen día se atrevió a especular sobre el peso del alma, a decir que el amor a veces puede ser muy perro, y que Babel es un lugar que todos visitamos en algún momento de nuestra vida. Pues llegado el mundial, resulta que Alejandro (el del cine) dió el salto a la publicidad, regalándonos una pieza tan irónica, surrealista (pero bonita), bien armada y socarrona como ésta:
Érase otra vez una actriz catalana llamada Úrsula Corberó Delgado que, a sus veinte años, se atrevió a romper, provocar, y sentir los colores por unos minutos (o más):
Y érase también un cantante de música llamado Javier Ruiz, o mejor Trestrece, que si en algo no creía era en la mala suerte de los números. Con un estilo moderno, contemporáneo y muy casual, el tipo jugó con sus amigos a hacer el tres en raya con la bandera, o lo que viene a ser lo mismo....
Y yo desearía encontrar una señal que me diga: pasaremos de cuartos.
... Pues mientras llega esa victoria, me quedo con la última señal que me ha regalado Nike: Ya no es sólo música. Ya no es sólo moda. Ya no es sólo cine: la comunicación es un viaje con parada en un mundo cada vez más transversal. Parece que la verticalidad se acostó por un rato, y ahora viaja en horizontal por el expreso de la postmodernidad. Do You Nike it?
♥
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