miércoles, 24 de marzo de 2010

La culpa fue toda de DHL

Italia. Dos boutiques multimarca, digamos cliente A y cliente B. DHL se equivoca en la entrega, y le da a B lo que le tocaba a A... y viceversa. La confusión está servida, Italia entra en cólera. "Ma cosa!!" (sírvase acompañar con gesto italiano de manita hacia arriba, dedos juntos empuñados). El cliente B esperaba una caja de... ¿digamos Paul Smith?, y se pone como los Cerros de Úbeda cuando comprueba que le han servido zapatos de una marca que se llama...  ¿...Preventi?
Y entonces ocurre, el milagro de la publicidad. El cliente B fija por un instante su atención en el cartón equivocado. Semiabierto, por él asoman las cajas de zapatos de Preventi. Su mirada se engancha a la cadena de frases que recorren la superficie serigrafiada. Hum? "....Ma cosa?". Curioso, el chico italiano saca una de las cajas de zapatos, y entonces ocurre, el milagro del diseño. Su mano se enamora del tacto suave de un precioso naútico en napa gris. Saca un par de su talla. Lo prueba. Ummm. Um. Ummmm. Se mira al espejo. Umm. Ummm. Ummmmm!. Llama al agente de Italia y le dice: "... Ma cosa carina é questo Preventi!?""¡Io lo voglio!". Bendito DHL. ♥ 

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