lunes, 28 de diciembre de 2009

¿Por qué de repente hay tantos emprendedores?


"En Monocle,  creemos en la fuerza del pequeño negocio; creemos en las ideas como motor que cambia la vida de las personas, ayudando a crear comunidad y haciendo posible que pequeños sueños se conviertan en grandes realidades". 

Y así lo confirma su Issue 28, que incluye una breve guía para el pequeño emprendedor, junto a unas letras de Alain de Botton, autor de "The Pleasures and Sorrow of Work". Todo un tesoro (y una buena explicación) del auge de freelancers y pequeños emprendedores de la Era Creativa, decididos a encontrar su propio camino profesional... y dispuestos a correr el pack de riesgos que eso conlleva.*


" Cada era tiene su propia forma de soñar la felicidad. En los tiempos que nos ha tocado vivir a nosotros, parece que no hay deseo más fuerte que el de poner en marcha un negocio propio. ¿Qué significado puede tener todo este movimiento de emprendedores? Para empezar, que el deseo de ganar dinero "per se" no es suficiente: necesitamos hacerlo de manera que se refuerce nuestra relación con los productos que hacemos, nuestros clientes y/o colegas de trabajo. 


Sin lugar a dudas, el corporativismo de la era moderna ofreció a la humanidad los más eficientes medios para generar grandes capitales, pero lo hizo cortándonos las alas y separándonos del resto de personas y cosas, perdiendo la visibilidad sobre aquello que pasaba por nuestras manos y la gente que se cruzaba en nuestro camino. Hasta el punto que, pasado el tiempo, ya no nos era posible decir "eso lo hice yo", o "a él o a ella lo cambié yo". 


Emprender por cuenta propia significa poner fin a la alineación personal. Y aunque parezca que los sueños empresariales de toda esa gente hablan de hacer dinero, la realidad es que las estadísticas confirman que comenzar un negocio por cuenta propia es una aventura repleta de muchos peligros. Y sin embargo, es algo que no debería desanimarnos. Nada más lejos de esa realidad, porque el sueño del emprendedor es, en el fondo, un intento de corazón por recuperar el control creativo sobre su propio trabajo.


Si le preguntas a cualquier persona qué tipo de negocio le gustaría poner en marcha, seguramente más de uno te contará que le gustaría montar un pequeño restaurante, una pequeña tienda o una escuela; en todo caso, casi siempre mencionarán ejemplos de negocios donde uno puede ver el impacto real que su trabajo tiene en la vida de los demás, pequeños negocios en los que uno tiene la posibilidad de conocer a sus clientes y por defecto, la posibilidad real de saber cómo hacer para hacerlos felices. Y aunque la idea de servir a los demás ha sido percibida en ocasiones como degradante,  lo cierto es que se trata de uno de los placeres más grandes de la vida, (y si no, observa a los niños, y verás que les encanta jugar a ser adultos "en acto de servicio"). 


Comenzar un negocio propio es arriesgado, pero si a algo invita el último vaivén económico es a revisar la noción de "seguridad", comprendida en términos actuales. Hasta ahora, el mundo parecía dividirse en "trabajos aburridos pero seguros" y  "trabajos excitantes pero arriesgados". Al final, muchos de esos trabajos supuestamente seguros se han ido al traste, invitándonos a alejarnos de la ilusión en torno a una seguridad en realidad inexistente. (...) 


Un mundo lleno de pequeños emprendedores no tiene porqué resultar necesariamente un mundo más rico, hablando en términos económicos. Pero tendrá otro tipo de riquezas y podrá convertirse en un mundo más interesante, donde cada vez habrá más gente que ama su trabajo y el proyecto que tiene entre manos, porque cada una de esas personas trabajará con el sentimiento, cuidando genuinamente de su trabajo; porque saben que su destino depende de ellos, y está bajo su control. Y porque son gente capaz de ejercitar su curiosidad, promover sus inquietudes, y disfrutar sirviendo a los demás con sus ideas".

Got it?
Foto: Amanecer desde la terraza, el pasado 23.12
www.monocle.com
Sobre Alain de Botton: Nacido en Zürich (Suiza) en 1969. Escritor y ensayista sobre libros que tratan de "la filofía del día a día", sus publicaciones giran en torno al amor, los viajes, la arquitectura y la literatura. Sus libros han sido bestsellers en más de 30 países. Alain, que ahora vive en Londres, ha puesto en marcha la llamada "Escuela de la vida", que ofrece una nueva visión de la educación. Su último libro, llamado "The Pleasures and Sorrows of Work" fue publicado en 2009. Más, aquí.

*Texto-traducción libre del inglés. 

3 comentarios:

  1. Un poco idealista pero me gusta el espíritu de trasfondo.

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  2. Muy bueno, sobre todo la idea del cambio de esquemas de lo que pensábamos que eran "trabajos seguros". Suerte para el 2010 Belén!

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  3. Suerte también para ti Ana!! Nos veremos en Febrero en Madrid con FCL, ¿no?! Un abrazo fuerte.

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