El VIII día C

Pasaron muchas cosas en el VIII Día C, el Día de la Creatividad. Tantas, que no podría resumirlas en un post. Pero sí en una palabra: pasión. Y no lo digo por la fama de ligones que tienen los creativos, -que un poco también-, sino por todo lo que escuché el pasado sábado, en el Palacio de Congresos de Zaragoza.

Cierra los ojos, regresa al pasado, y acuérdate por un momento de tus años mozos en eso que llamábamos BUP. ¿Hacías algo, además de estudiar? Ahora abre los ojos, y ponte delante de una audiencia de un montón de directores creativos y cuéntales tu historia, a tus 16 añitos. O lo que es lo mismo...  "descubre tu don y regálate al mundo".

La verdad es que sí: pasaron muchas cosas en el Día C. Era mi primera vez, y no me quise perder nada. Anotaba, y miraba, y luego pensaba. Y cuando acabó el día, senté a todos en horizontal, -así, como me gusta a mí-, y miré sus caras tan distintas, y vi un cordel transparente recorrer sus espaldas: Todos los que hablaron en el Día C tenían una pasión, y a mí me pareció que en realidad estaban allí por eso.

Eran las 11 de la mañana,  y un chaparrón de luz entraba en la sala. Tanta, que hasta Mariscal se deslumbró, genio enfadado que regaló al público honestidad, un montón de ingenuidad y mucho baile cubano. El hombre polifacético que no quiso poner puertas a su expresión creativa habló de "Chico y Rita", y de colores que enamoran, como el verde piscina del Caribe. Y habló también de niños y piedras; gente que desde los 10 años juega con una, y ve en ella un avión, y que con el paso de los años, no renuncia a seguir volando, a pesar de las turbulencias.

El fotógrafo Javier Tles habló de reinvidicar el saber hacer de su profesión, la mirada capaz de atrapar una imagen, a una hora, en un lugar y espacio concretos, y por eso vale dinero. Javier Creus escribió  "No somos hormigas" gracias a los pesimistas que sólo comentan lo mal que va el mundo, para demostrar que en realidad, el individuo de a pie ya se organiza para solucionar los problemas que realmente le interesan. José Luis Vicente me dejó impresionada con su absoluto control del diseño de la interacción, y me gustó que hablara de las posibilidades de colaboración entre profesionales de la comunicación y personas de otras disciplinas.


¿Y qué me dices de esa App Date tan simpática -eh, en serio-, de Oscar Hormigos, Kuki Bastos y Ricardo Llavador? ¿Qué tenía esta gente? Pasión por las apps. ¿Sabes un friki de estos friki muy friki como yo soy de las historias? Pues eso. Espectacular. Sublime. Se metieron a la audiencia en el bolsillo.

Y entremedias,  un grupo de jóvenes talentos. Un par de ellos contaron que todo lo que saben de diseño lo aprendieron a base de tutoriales descargados por Internet, y que su primer trabajo fue una carátula diseñada para distinguir los Cds vírgenes que sus amigos le pasaban con los juegos pirateados para la Play Station, porque sus padres no tenían ingresos para comprarlos. Y que así fue como empezaron a hacer collages, con jirones de revista y letras diseñadas en word. Y una jovencísima Iris Tárraga me enamoró cuando dijo que su último proyecto es uno que el cliente descartó, pero ella decidió continuarlo.  Lucia Castro, polifacética, hiperformada y muy simpática, mostró unos diseños editoriales que no tienen nada que envidiar a Monocle y...

Lorenzo De Rita, The Soon Institute, comenzó diciendo que no hablaba bien ni el castellano ni el inglés, pero que no le importaba: él sólo quería transmitir bien el concepto.Y la idea, muy bien contada, hablaba de visibilidad, de desarrollar un punto de vista personal, de elegir una posición en la vida y ser capaz de transmitirla a través de lo que hacemos: "Our job will have to do with ambitions, moral substances and a personal point of view". Ser capaces de ver sin los ojos y escuchar con la piel: "When everything is real there is no much time for imagination". Qué paradójico, pensé. Ahora que todo pasa y se transmite en tiempo real, necesitamos encontrar espacios para la imaginación: "Creativity is looking for something that doesn't exist and finding it". 

¿Cómo? Emilió Duró dijo que haciendo deporte todos los días, practicando relajación y escuchando a nuestras emociones: "Las cosas más importantes de la vida no se pueden comprender". Hizo reir mucho, casi todo el tiempo. Venía a hablar de ilusión, e ilusionados nos dejó.

Para mí, fue la primera vez que conté una historia postmoderna sin ponerme nerviosa. La gente me ha dicho que  gustó. Y estoy muy contenta, porque mi pasión es contar historias, y así me quiero ganar la vida.


Y así, a grandes rasgos, esto es todo lo que vi en el Día C. Mucho buen ambiente, y mucha gente simpática. La organización, de cine. Me dió pena perderme a Emma Pueyo y Rubinho, pero bueno, seguro que otra vez será. FIN.

Dedicado a Eva, que lo hizo posible.
Imágenes y más, en la página del CdC.