Historia de un billete (falso) de 100 euros

Billetes de 100 euros les esperaban sobre el pupitre. Desgraciadamente, los billetes eran falsos. Afortunadamente, era obvio. Por suerte, la gente que copaba el aula de Esecav no había venido esa tarde a ganar dinero, sino a una presentación de 2 horas, aperitivo del curso sobre Coolhunting y moda que comenzamos este próximo Sábado, 15 de Mayo.

Un billete falso, dos preguntas verdaderas: La primera decía así: "Si este billete fuera real, ¿qué comprarías con él?"

Curiosamente, Zara fue la gran ganadora. Curiosamente, todas las personas que optaron por Zara se referían a una prenda que habían re-que-te-fichado ya... pero todavía no habían podido adquirir: ¿La moda como deseo?

Pero no sólo. Una chica hubiera dado su billete como entrada para unos Louboutin, (Nunca una suela contuvo tantas promesas). Otra deseó ir a una boutique especial, ésa donde comprar piezas únicas, - ¿La moda como expresión de la individualidad?- y evitar así el sonrojo (o no, depende) del que llega a un evento y descubre que Massimo Dutti es un lugar donde otra gente también va a comprar.

Hubo quien compró experiencia: Un billete a Barcelona donde "descubrir algún lugar original y encontrar una pieza especial", quien prefirió gastarlos en un mercadillo de segunda mano (¿La moda como imaginario que contiene historias viejas que se vuelven nuevas?) y quien apostó decididamente por la optimizacion de la inversión: "Un Outlet donde encontrar: 1) Un pantalón jeans, 2) Un pantalón más de vestir, 3) Varias camisetas básicas. 4) Y el resto, complementos para poder coordinar diferentes looks". (Viva el concepto de la Play-Fashion, un concepto que acuñé pensando en las Playlist del Itunes, y que dice algo sí como: "no es lo que compro, es cómo lo combino").

Este curso promete, promete mucho...

♥ Foto: La semana que viene, si el volcán no me lo impide, viajaré a Paris... Y no paro de pensar en esta película... Porque hace mucho tiempo que no iba a Paris. Porque voy a entrevistar a una persona muy guay, y porque... ¡finalmente otra vez!, podré ver a Maloles y a Virginie. Sí, la verdad es que, por estas y otras muchas cosas, Paris je t'aime!